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Muchas veces piensas que las cosas son para siempre. Que las cosas que son tuyas ahora, lo serán por siempre y que nada absolutamente nada va a camibiar; que todo seguirá siendo tan genial como es ahora.

Conforme pasa el tiempo, las cosas se te van escapando de las manos. Comienzas a sentir que ya no está tan seguro entre tus manos todo aquello que considerabas tuyo.

Se desvanece una cosa, un sueño, un secreto, y otra, y otro, y otro... hasta que al final te das cuenta de que lo único que es para siempre es una única cosa; Tú y todo lo que proceda de tí...